sábado, 21 de junio de 2014

Las emociones negativas


A muchos nos habrá pasado alguna vez que hemos hecho o dicho algo "en el calor del momento" de lo que luego nos hemos arrepentido y preguntado - Cómo pude haber hecho o dicho algo asi?. En qué estaba pensando.  Realmente no estábamos pensando en nada, estábamos siendo avasallados por una emoción intensa. La amígdala, el epicentro emocional de nuestro cerebro, toma el control y domina nuestro pensamiento y nuestro comportamiento.
La mejor forma de controlas nuestras emociones negativas para que esto no suceda es desde el comienzo, es como la metáfora de la avalancha en la montaña, cuando es más fácil detenerla?: en su comienzo, cuando se mueven las primeras piedras o en la base de la montaña cuando montones de rocas se nos vienen encima?.

Una de las formas de detener el nivel de intensidad de una emoción es imaginarse que se tienen botones y que al presionar algunos de ellos, las emociones se activan. Debemos conocer cuales son esos botones. Imaginemos que son rojos, algunos grandes, otros pequeños. Los grandes son aquellas situaciones que realmente hacen sentir verdaderamente enojados, verdaderamente ansiosos, verdaderamente tristes. Los botones pequeños son las cosas que nos hacen sentir todo eso, pero sólo un poco.


Cuando se experimentan emociones intensas se produce un paso de la calma a la no-calma. Cualquier situación que hace ir desde la calma hacia la inquietud, es uno de esos botones, y hay que descubrirlos. Pueden ser personas, cambios, actitudes, comportamientos, lo que sea, hay que descubrirlo.

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